martes, 22 de mayo de 2007

día de muertos

Era una procesión de luces amarillas
Y cantos de voces doloridas.
Lloraba una trompeta.
Las voces de las mujeres
Rasgaban los velos de la noche
Y una guitarra acompañaba el canto.
En las callosas manos las velas se derretían.

El pueblo estaba lleno de espantos
Ahora no se ven por ningún lado
Ni se habla ya de ellos.
Hay ratos que me dan ganas de llorar
Por que yo los conocí:
Ellos me enseñaron el miedo.

Humberto Ak’abal
















1 comentario:

Fabricio Estrada dijo...

El tipo de muerte que sucedió durante el genocidio de los kaibiles es una muerte que desconocían los pueblos indígenas de Guate, ellos siempre tan comprensivos y armoniosos con respecto a la muerte natural. Al suceder las matanzas les rompieron el orden del universo, les destruyeron el ritual y condenaron a las almas a un limbo errático... "ellos me enseñaron el miedo" dice Akabal, y claro que sí, porque antes de eso sólo quedaba el antigua miedo colonial y de conquista.

Es duro caer en esta razón, es duro ver un niño escarbando el pasado, recuperando cráneos como si fueran perlas de un mar del inframundo...